Por eso, piensa que soy un sueño, sueña que pienso ♫

Habia esperado semanas para poder llegar a la academia de Kylie Porter, y ahora por fin allí estaba. Seria el nuevo tutor del lugar que según contaban los chismosos, habia sido antes un hospital psiquiátrico. Eso no era algo que le importara lo suficiente, dado que él no solia tomarse enserio tales historias.

Entra en el lugar a pasos despreocupados siempre tan propios de él, dejando las maletas a su lado para poder despeinarse y mirar el lugar varias veces, perdido sin dudas.

-Maldita brújula! -iba vociferando por los pasillos, sin importarle que los que pasaban a su alrededor voltearan para mirarla. Sí, estaba loca, ¿algún problema? Su mirada estaba fija en la pequeña brújula que cargaba en sus manos, que apuntaba a cualquier lado menos al norte. Aún no había logrado hayarse en aquel lugar. Sólo hacía dos días que había llegado, pero ni siquiera podía encontrar el camino a su habitación. Y eso hacía que nuevamente se encontrara en el hall de entrada. Mientras caminaba a paso lento, arrastrando sus pies, seguía maldiciendo, en voz baja.

- Qué lugar - susurra con un leve deje de ironia en su voz, allí no habia nadie. Pero tal vez estuvieran en clase o alguna reunión.

Levanta la vista al escuchar una voz, por fin encontraba a alguien en ese gran desierto. Ve pasar a la chica a su lado, con una brújula en manos, no parecia que conociera el lugar pero seguro mejor que él.

Apura el paso - Disculpa - musita, caminando a su lado. Ella lo ignora. Toca su hombro para llamar la atención - Disculpaa - repite, parandose ya.

Deja a su brújula caer y golpear contra el suelo cuando alguien toca su hombro, sobresaltada por demás. Desde su llegada, ya había escuchado demasiadas historias de fantasmas sobre aquel lugar. Y a pesar de que no solía creer en esas cosas, solía tener reacciones idiotas.

Voltea lentamente, encontrándose con un joven, no mucho más grande de edad que ella. Lo observa fijamente, en silencio, analizándolo con la mirada.

-¿Si? -musita después de unos eternos minutos, sin quitar la vista.

Habia olvidado el mapa que le habian entregado en un viejo edificio de la ciudad, y vaya a saber uno donde lo dejo.
Hace una mueca al ver que la brújula se le cae, se agacha, la levanta y se la entrega - Toma - susurra, con una sonrisa amable en su rostro.

- Ammh, sabrias decirme donde están las habitaciones? - pregunta despacio, no hubiese recorrio a eso de no estar tan perdido. A decir verdad, odiaba preguntar.

Toma la brújula cuando el se la tiende, esbozando una pequeña sonrisa de agradecimiento. Se mordisquea inconscientemente el labio inferior cuando escucha aquella pregunta. Él no había tenido mucha suerte al encontrarla allí.

-No creo que yo pueda ser de mucha ayuda para ubicar algo dentro de este lugar, pero puedo intentar ayudarte -le dice, con voz suave, hasta amable. Sonríe, jugando con la brújula inservible en sus manos, distraída.

Por lo menos empezaba a conocer gente de allí y si todos eran como ella, no tendria problemas en su nuevo oficio. Asiente despacio, mirando el gran lugar donde estaban.

- Dos cabezas piensan mejor que una, no? - dice en tono divertido, hasta bromista. - Bueno, esperame aqui - pide, como si ella se fuera a ir y él volviera a quedar en su desierto que aparentaba un moderno vestibulo. Toma sus maletas y vuelve con ella, manteniendo siempre su despreocupado andar.

-Supongo que tienes razón en eso.. -musita, sin borrar aquella sonrisa de su rostro. Asiente a lo que él le pide, aunque sabía que no se iría de allí. Lo observa ir y venir, sin verlo en realidad, con su mente volando a quilometros de distancia de allí. Menea leve la cabeza, tratando de volver a la realidad cuando lo ve a su lado nuevamente.

-Bien.. no eres alumno, ¿cierto? -puede ser distraída, pero es observadora y analista hasta el cansancio, y fácilmente puede decir que él es mayor que ella.

-Por cierto, soy Lilah -se presenta, torciendo su sonrisa.

Le dedica una sonrisa torcida cuando regresa, cargando aquellas dos maletas con fácilidad. Escucha su pregunta y niega con la cabeza, él aparentaba justamente su edad, y notaba que no era mucho más grande que ella.

- Lindo nombre - le dice, simpatico - Yo soy Leander - se presenta, con su siempre tan aterciopelada voz, también masculina.

-Gusto en conocerte, Leander -comenta y sonríe, sincera. Se queda pensativa por unos instantes. Aquello sería más dificil de lo que pensaba. Cualquiera pensaría que estaba loca, analizar como encontrar una habitación no era de cuerdos. Pero ella aún no se ubicaba allí.

-Supongo.. que las habitaciones de los no alumnos, -ríe al decir aquello, suavemente- deben estar también en el primer piso -señala las escaleras al final del hall, volviendo a mordisquearse el labio.

La mira a la espera, ella tenia que ser la que minimamente sabia como ubicarse allí. Espera tranquilo alguna indicación que le diera a pensar.
- Lo mismo digo, Lilah - le dice observandola pensar, analitico, ya habia captado que ella se mordia mucho el labio inferior, o tal vez solo cuando pensaba.

Niega divertido al escucharla, no alumnos? Genial. Se queda mirando por un momento la brújula en sus manos, para luego asentir y volver la vista a ella.
- Entonces, vamos? - pregunta.

Asiente con sólo un movimiento de la cabeza, comenzando a caminar arrastrando sus pies. Aferra la brújula que aún lleva en sus manos contra su pecho. A pesar de que no funcionara, había sido un regalo de su abuela antes de partir de Moscú, y tenía un gran significado para ella.

Ladea el rostro, mirándolo de perfil mientras se dirigen hacia las escaleras. Observa sus valijas, y luego nuevamente a él.

-¿Necesitas auyuda con eso? -señala el equipaje, ofreciéndose sin palabras a ayudarlo.

Va detrás de ella para luego quedar a su lado, recorriendo así todo el Vestibulo de la academia Porter. La mira un momento, no penso que tomara así una brújula que no servia al parecer, y que él habia empeorado al hacer que se le caiga.

Se despeina antes de pisar el primer escalón - No, estoy bien - dice sincero, comenzando a llevarlas por las escaleras que daban una impresion de ser interminables. - Gracias de todas formas - él era cortes ante todo. - Y, hace cuanto llegaste? - pregunta por preguntar, por hablar.

Se encoge de hombros al oir su respuesta. Mejor para ella si no llevaba peso. Ríe para sí misma ante aquello, su vena egoísta siempre saltaba a la luz en algún momento. Lleva la vista al frente mientras lo escucha, comenzando a subir aquellos infinitos escalones.

-Tan sólo hace dos días. Y parece que llegué temprano, esto esta desholado -murmura, soltando una risita. -¿Eres tutor? -curiosa, curiosa, curiosa.

La ve reir y no entiende, corrección, tampoco quiere saber el por qué. Solo curva la comisura de sus labios para que se pinte una sonrisa en su rostro. Sube relajado las escaleras, las valijas se le hacian raramente livianas.

- Dos días? - dice, se encoge de hombros al escucharla - Ajám - se rie leve, era verdad, no habia nadie en el lugar. Pero según sabia no habia abierto hacia mucho tiempo, ya llegaria más gente - Tutor - afirma, sereno.

Sube la vista, viendo como las escaleras van llegando a su fin. Suspira, no sabía como iba a resistir aquello todos los días. El entrenamiento físico no era lo suyo. Pero una vez más, su mente vagaba lejos de allí y sus pensamientos perdían el hilo. Sacude la cabeza.

-Interesante.. -musita al escuchar su última afirmación. La primera persona que conocía, y era un tutor. No sería la autoridad máxima, pero era una autoridad al fin. Se lleva una mano al cabello, despeinándolo inconscientemente.

Ya iban llegando al final de las escaleras, y nota una puerta en aquel primer piso con el número de su llave, o así era si la memoria no le fallaba.

- Eres muy distraida, no? - pregunta al verla, en un tono calido pero a la vez divertido. Se notaba que no estaba totalmente metida en la conversación.

Saca de su infaltable mochila la llave que Kylie le habia mandado cuando hablo con ella para solicitar el empleo de tutor.

Se muerde el labio fuertemente al oirlo. Sí, solía serlo. Pero no estaba acostumbrada a que los demás lo notaran con tanta facilidad.

-Sólo un poco.. -se excusa, mirándolo fijamente. -Aunque siendo sinceros, es culpa de mi mente, que no se concentra en un sólo lugar -agrega, cría. Divagadora era su segundo nombre. Lo mira con una sonrisa en su rostro, niña.

Se rie suave al ver su expresión, solia ser más que analitico algunas veces, siempre saliendole de veinte el papel de tonto.

- Sólo un poco? - alza una ceja, reprimiendo otra risa divertida. Hasta ahora Lilah le caia bastante bien, habria que ver que pasaria con el tiempo.
- Seeh, todo es culpa de tu mente - rueda los ojos ante su actitud de cría, mientras ella intenta excusarse.

Cruza los brazos frente a sus pechos, mirándolo con los ojos entrecerrados. Le saca apenas la lengua, divertida. A veces sólo solía comportarse como una niña para divertirse.

-Deberías agradecerme que encontraste tú habitación, no criticarme -comenta al aire, con una sonrisa de lado decorando su rostro. Desvía la vista hacia la puerta, mirando el número de ésta. Al parecer, él también era el primero en llegar de los suyos.

Abre la puerta de la habitación y sonrie más para sí, era espaciosa, estaba limpia y bastante acomodada. Tal vez un poco más de lo que él solia acostumbrar, peeero, tenia que adaptarse y dar una buena impresion.

Voltea otra vez a ella - Está bien señorita Lilah - no sabia su apellido, por lo que no podia llamarla de otra manera - De qué forma cree usted que puedo agradecerle tal favor? - pregunta, reprimiendo una risa, por ambas actitudes.

Mira como puede por sobre el hombro de él, husmeando la habitación. Era injusto, su cormitorio era mucho más pequeño, y compartido. Suspira, volviendo rápidamente a su lugar cuando el voltea.

-Baudelaire -musita, adivinando los pensamientos de él. Sonríe suave, mientras estruja su brújula contra su vientre. -Puede agradecerme.. -empieza, simulando estar concentrada en pensar aquello. -Puede agradecérmelo como se le antoje, tutor boy -murmura, sonriéndole simple.